Recuerdo que cuando era pequeña, como de 6 o 7 años odiaba mi cabello. Mi cabello es ondulado, castaño oscuro y de pequeña tenía una pollina muy fea porque cuando lo peinaba se esponjaba mucho, así que acostumbraba usar el cabello amarrado. Ahora que he crecido he aprendido como cuidarlo, peinarlo bien y debo decir que he aprendido a quererlo. Menciono esto porque mientras avanza el tiempo comienzo a valorar cada cosas que forma parte de mi. Ese cabello no es mio... yo soy ese cabello. De pequeña podía fácilmente arrancar un cabello si me molestaba... Ahora pienso el tiempo que tomó ese simple cabello en crecer y si lo arranco podría acabar todo ese esfuerzo en un segundo. Suena exagerado... el cabello crece y todo el tiempo nos hacemos diferentes tipos de cortes nuevos pero, la intención es diferente, con un corte nos mimamos.
Me siento feliz de crecer, de aprender, de vivir.
