viernes, 27 de abril de 2012

Recibí una carta

"Querida Johanna:

Tu espíritu es tan grande que puede llenar una enorme casa. Tan puro que pinta todas las paredes de blanco. Tan sincero que todas las puertas y ventanas están abiertas. Tan bondadoso que albergas a todo el que lo necesite.

Todos acuden a ti por lo agradable que resultas ser. Debes sentirte grande por eso. Sabes que un "te quiero" no es suficiente. Yo te amo, siempre lo he hecho y siempre lo haré. Nunca... Nunca jamás lo dudes, pase lo que pase, estés sola o acompañada, yo siempre estaré contigo amándote. Gracias por haber nacido, mi dulce y tierno hogar."